Llagas o aftas bucales en niños
Las llagas o aftas bucales son unas pequeñas pero molestas heridas presentes de forma frecuente en los niños, sobre todo en los bordes de la lengua y en el paladar blando.
Las aftas pueden producirse por infecciones virales que afectan a la boca o por infecciones bacterianas, fruto de una mala higiene. También se asocia con el frío del invierno, que hace que el niño tenga bajas las defensas.
Otro motivo que parece estar relacionado es la falta de vitaminas y minerales en nuestro cuerpo, siendo la carencia de hierro, vitamina b12 y ácido fólico la que más puede afectar.
El virus boca mano pie es causado por un virus llamado Coxsackie A16. Es común en bebés y niños pequeños. Por lo general causa fiebre, llagas dolorosas en la boca y sarpullido en las manos y los pies. La mayoría de los niños que se infectan se recuperan en un plazo de una o dos semanas.
Llagas o aftas bucales en niños
Las llagas o aftas bucales son unas pequeñas pero molestas heridas presentes de forma frecuente en los niños, sobre todo en los bordes de la lengua y en el paladar blando.
Las aftas pueden producirse por infecciones virales que afectan a la boca o por infecciones bacterianas, fruto de una mala higiene. También se asocia con el frío del invierno, que hace que el niño tenga bajas las defensas.
Otro motivo que parece estar relacionado es la falta de vitaminas y minerales en nuestro cuerpo, siendo la carencia de hierro, vitamina b12 y ácido fólico la que más puede afectar.
El virus boca mano pie es causado por un virus llamado Coxsackie A16. Es común en bebés y niños pequeños. Por lo general causa fiebre, llagas dolorosas en la boca y sarpullido en las manos y los pies. La mayoría de los niños que se infectan se recuperan en un plazo de una o dos semanas.
Pasado uno o dos días tras la aparición de la fiebre, surgen las ampollas. Suelen concentrarse en la boca y garganta, haciendo que el niño coma peor y con dolor. Y también por la piel, concentrándose más alrededor de la boca y el ano, en las manos y en los pies.
Normalmente son contagiosas por lo que el niño con aftas no debería acudir a la escuela o guardería hasta la resolución del cuadro. En los casos en los que se conozca que hay niños enfermos se debe evitar el contacto y sobre todo compartir los juguetes.
Para la fiebre y el dolor se puede dar analgésicos y anti-térmicos. En esta infección el ibuprofeno suele ir mejor que el paracetamol, porque calma mejor el dolor. Lo usamos si la fiebre supera los 38ºC o si aunque no tenga fiebre, tiene malestar o dolor significativo.
En las ampollas de la piel, para evitar que se infecten con otros microbios de la piel podemos aplicar clorhexidina en spray 3-4 veces al día. Puede aplicarse también alrededor del ano y en genitales si salen. También se puede aplicar una solución de calamina para los picores.
Si las aftas de la boca son muy molestas se pueden usar geles de ácido hialurónico para cubrirlas y aliviar las molestias. Se puede aplicar tantas veces como se quiera al día directamente sobre las aftas. Lo que hace es pegarse a la lesión cubriéndola y favoreciendo la cicatrización.
El gel de acido hialuronico se emplea en aquellos casos en los que la lesión sea accesible y bien delimitada, como en los de las aftas por traumatismos o boqueras. Cabe destacar que el peso molecular de gel es superior al colutorio o al spray, por lo que las grandes lesiones y muy dolorosas responden mejor a este tipo de formato.
Normalmente, si las lesiones son muchas y están repartidas por varias zonas de la cavidad oral, recomendaremos realizar enjuagues durante 2 minutos aproximadamente después de la higiene bucal.
Aunque es inocuo y su ingesta accidental no debe suponer ningún problema, no se recomienda el uso de acido hialurónico en colutorio a menores de 5 años por riesgo de ingesta, aunque en los niños pequeños se pueden utilizar una gasa empapada en el colutorio par aplicarlo.
El spray es recomendable en aftas de difícil acceso o en casos de discapacidad física. Suele recomendarse también cuando la rutina del paciente no permita usar otros formatos.
Para que el tratamiento sea efectivo, se recomienda aplicar acido hialurónico después de las comidas, con una higiene oral previa y evitando ingerir alimentos o líquidos pasado un tiempo desde su aplicación. De esta manera, lograremos un mayor contacto de la sustancia con la mucosa para favorecer la regeneración de los tejidos y la curación de los mismos.
Aunque se recomienda su uso después de las principales comidas no existe una frecuencia de uso limitada.
Algunos productos suelen tener un sabor desagradable y no es aceptado por los niños, en este caso también se pueden usar colutorios como el Vitis Orthodontic, que no pica, sabe a manzana y contiene antiséptico y protectores de la mucosa.
Lo bueno de este colutorio es que tiene buen sabor, por lo que es bien aceptado por los niños. En los niños pequeños se puede aplicar con una gasa o bastoncillo y así se reparte el preparado por la mucosa de la boca.
El mayor riesgo es el de deshidratación en los niños pequeños con gran dolor que rechazan todo tipo de alimentos. En estos niños es muy útil no darles comidas con frutas ácidas y basar la dieta sobre todo en líquidos, ni muy fríos ni muy calientes para que puedan beber. También es útil aplicar el acido hialurónico antes de las tomas para que el niño sienta menos dolor al comer y ayudarse del uso de ibuprofeno. En caso de que el niño no tolere la ingesta y ante la sospecha de deshidratación se debe acudir siempre a un servicio de urgencias.